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Es importante conocer cuál es el objetivo principal de la radioterapia paliativa, cuándo debe de utilizarse y cómo beneficia a los pacientes que utilizan este procedimiento.

Información general de la radioterapia

• Utiliza ondas de alta energía para dañar las células cancerosas y demorar el crecimiento del tumor sin dañar el tejido sano cercano. 

• Es un tratamiento de aplicación local. Es decir, solo afecta la parte del cuerpo a la que es dirigida. 

• Más de la mitad de todas las personas con cáncer requieren radioterapia como parte de su tratamiento oncológico. 

• Para determinar qué técnica se utilizará en la radioterapia, es necesario conocer el tipo, extensión y localización del cáncer.

• Existe un límite de radiación a la que puede estar expuesta cada parte del cuerpo, por lo que el paciente puede recibir cierto número de sesiones sin peligro en el transcurso de su vida. 

¿Cuál es el objetivo de la radioterapia paliativa?

El propósito de este tratamiento es aliviar los síntomas que se presentan en los pacientes que padecen cáncer. Este procedimiento puede:

• Tratar la obstrucción de vasos sanguíneos en el cuello.
• Controlar los tumores ulcerados y reducir el sangrado.
• Tratar los síntomas de los tumores en el cerebro.
• Tratar los síntomas del cáncer de pulmón.
• Aliviar la presión sobre la médula espinal.
• Reducir un tumor para disminuir el dolor.
• Aliviar el dolor del cáncer óseo.

¿Cuándo se utiliza este procedimiento?

Este tratamiento se administra en pacientes que padecen cáncer metastásico o en cáncer en un estadio avanzado. Cuando no es posible curar el tumor inicial como  tal porque la enfermedad ya está en otros sitios, se hace uso de radiación para reducir el tamaño de los tumores y aliviar los síntomas que estos provocan. 

¿Cuánto dura este tratamiento?

Por lo general, la mayoría de los pacientes no necesita muchas sesiones de radioterapia paliativa, dependiendo del tamaño y la ubicación del tumor, la edad y el estado de salud en general del paciente, puede durar el tratamiento entre 1 a 10 sesiones. 

¿Cómo beneficia la radioterapia paliativa a los pacientes?

Brindándoles una mejor calidad de vida, en donde la mayoría de los síntomas puedan ser controlados y aliviados. 

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La radioterapia es uno de los tratamientos más utilizados actualmente. Por lo general, más de la mitad de todas las personas con cáncer requieren este procedimiento como parte de su tratamiento oncológico. Sin embargo, es importante conocer de qué manera se puede aplicar este método para atender a los adultos mayores. 

¿Qué es la radioterapia?

Es la aplicación de ondas de alta energía, como son rayos X, rayos gamma, rayos de electrones o de protones, las cuales se utilizan para dañar las células cancerosas y demorar el crecimiento del tumor sin dañar el tejido sano cercano. 

Información a considerar

Utilizar este tipo de tratamiento en adultos mayores, representa un desafío mayor para su atención y cuidado; puesto que este tipo de pacientes son más propensos a tener afecciones de salud crónicas, como diabetes, problemas de presión arterial y enfermedades cardiacas. Además, aún y cuando esté completamente sano el paciente, puede que su cuerpo responda de diferente manera respecto a otra persona más joven.

Es importante mencionar que la edad no es el único factor que influye en el tratamiento de radioterapia. La cantidad y el tipo de radiación necesaria para poder tratar un padecimiento depende del caso en particular que se está atendiendo, es decir, se tiene que considerar el tamaño del tumor, conocer en qué etapa se encuentra el cáncer, en dónde está ubicado el tumor, qué tan cerca está el tumor de los tejidos sanos, para ver si estos son sensibles a la radiación y la salud en general del paciente.

Algunos tipos de cáncer tienen una mejor respuesta a la radioterapia que otros. Cuando es así, la radiación puede ayudar a detener exitosamente el crecimiento de un tumor sin dañar permanentemente el tejido sano cercano. 

Radioterapia en adultos mayores

Es necesario evaluar con un especialista, cuál será la finalidad del tratamiento de radioterapia para el adulto mayor y determinar si se aplicará como tratamiento único o bien, en conjunto con otros procedimientos, como cirugía o quimioterapia. Por lo regular suele aplicarse para:

• Reducir el tamaño de un tumor lo más que se pueda antes de una cirugía.
• Ayudar a evitar que el cáncer reaparezca después de la cirugía o la quimioterapia.
• Aliviar los síntomas causados por un tumor como el dolor, la presión o el sangrado.
•  Tratar cánceres que no se pueden extirpar con cirugía.

Los efectos secundarios dependen de la parte del cuerpo que se expone a la radiación, y también a la cantidad de radiación utilizada.  Sin embargo, es posible que no se experimente ningún efecto secundario, o bien, que se experimenten varios. La mayoría de los efectos secundarios son temporales, se pueden controlar y, una vez que finaliza el tratamiento, desaparecen con el tiempo.

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Para preservar un riñón cuando hay presencia de tumores renales, es necesario realizar una nefrectomía parcial. Es por eso, que comprenderemos en el siguiente artículo, qué son los tumores renales y cómo se atienden a través de una nefrectomía parcial.

Información general de los tumores renales

Se producen al aparecer células cancerosas que se originan en la corteza renal. Estas células comienzan a crecer y dividirse, sobrepasando a las células normales, lo cual dificulta que los riñones funcionen de manera correcta.

Los tumores renales ocupan el tercer lugar por frecuencia entre los cánceres urológicos, después de los de próstata y vejiga. Por lo regular, no suelen producir signos en sus primeros estadios. Sin embargo, a medida que van avanzando, pueden comprender lo siguiente:

• Fiebre que aparece y desaparece constantemente
• Dolor en la espalda o en los costados del cuerpo
• Sangre en la orina (color rosa, rojo o cola)
• Pérdida de peso sin causa aparente
• Fatiga

Las pruebas y procedimientos más frecuentes para diagnosticar esta afección son:

Análisis de sangre y orina: Este proporciona al médico indicios de la causa de los signos y síntomas.

Pruebas de diagnóstico por imágenes: Permiten al médico una visión completa sobre un tumor o una anomalía en los riñones. Estas pueden ser a través de una ecografía, una exploración por tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (RM).

Biopsia (extracción de una muestra de tejido renal): Se extrae una pequeña muestra de células de una parte del riñón. Esta se analiza en un laboratorio para posteriormente determinar si presenta signos de cáncer.

Nefrectomía parcial para la extirpación del tumor renal

En este procedimiento quirúrgico el cirujano únicamente extirpa el tumor y una pequeña parte del tejido sano circundante. Este tipo de cirugía es más frecuente en personas que padecen cáncer renal en estadios iniciales; suele utilizarse más, ya que, a diferencia de una nefrectomía radical, se puede preservar la función renal y se reducen los riesgos de sufrir enfermedades renales o necesidad de diálisis. Además, en caso de tumores bilaterales, se debe considerar la técnica de elección cuando el tumor es menor de 7 cm, ya que conserva mejor la función renal.

La mejor manera para realizar una nefrectomía parcial es a través de la cirugía robótica, ya que es un procedimiento quirúrgico de mínima invasión, que le permite al médico realizar procedimientos delicados y complejos con mayor control, flexibilidad y precisión.

Las principales ventajas de la cirugía robótica para el paciente son menos dolor, menor pérdida de sangre, incisiones pequeñas y cicatrices mínimas, menor riesgo de infección, una estadía hospitalaria más corta y una mejor recuperación.

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Es importante conocer en qué consiste una biopsia de próstata, saber por qué se realiza, qué riesgos implica y qué tipo de procedimientos existen.

¿Qué es una biopsia de próstata?

Es un procedimiento utilizado para extraer una muestra de tejido de la próstata (glándula que tienen los hombres, cuya función es producir el líquido seminal que nutre y transporta a los espermatozoides), para posteriormente analizarla en un laboratorio e identificar si existen células cancerosas.

¿Cuando es necesaria?

Un urólogo especializado en el sistema urinario y en los órganos sexuales masculinos, puede realizar una biopsia cuando:

• Se observa un análisis del antígeno prostático específico que muestra niveles más elevados de lo normal para la edad del paciente.
• Se ha hecho una biopsia anterior cuyos resultados eran normales, pero aún se mantienen niveles elevados de antígeno prostático específico en un paciente.
• Hay presencia de células de tejido prostático que eran anormales, pero no cancerosas.
• Se encuentran bultos o anormalidades durante el tacto rectal.

¿Qué riesgos puede haber?

Alguno de los riesgos asociados a la biopsia de próstata son:

Sangrado: Por lo general, es normal que se presente un sangrado rectal después de una biopsia de próstata.

Sangre en el semen: Es común que se observe una coloración roja en el semen. Esto puede persistir durante unas semanas después de la biopsia.

Dificultad para orinar: En algunas ocasiones puede haber dificultad para orinar después del procedimiento. 

Infección: En raras ocasiones, se puede contraer una infección de las vías urinarias o la próstata que requiere tratamiento con antibióticos.

Sangre en la orina: Por lo regular, suele ser un sangrado muy ligero.

Tipos de procedimientos de biopsia de próstata

Biopsia transrectal: Es el procedimiento más común. Consiste en extraer una muestra de tejido de la próstata por medio de una aguja fina que se introduce a través de la pared del recto.

Biopsia transperineal: Se realiza una pequeña incisión en el perineo (área del cuerpo entre el ano y el escroto), posteriormente se inserta una aguja a través del corte, para extraer una muestra del tejido de la próstata. 

Biopsia perineal guiada por resonancia magnética: Se realiza previamente una resonancia magnética multiparamétrica de próstata para identificar zonas sospechosas. Después, se extrae una muestra de tejido de dichas zonas para posteriormente, realizar un mapeo preciso de toda la próstata, guiados por las imágenes de la resonancia magnética a modo de GPS. Este procedimiento permite diagnosticar un 30% más de cánceres agresivos, que hubieran pasado desapercibidos por una biopsia tradicional. 

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En el siguiente artículo, nos enfocaremos en conocer en qué consiste la oncología médica y cuáles son los tratamientos que un oncólogo médico pueden administrar para atender el cáncer.

Oncología médica

Es una especialidad médica que se encarga del estudio del origen y la evolución del cáncer en su aspecto de atención, diagnóstico, tratamiento y prevención, a nivel hospitalario. Los oncólogos médicos se especializan en administrar tratamientos farmacológicos a personas con distintos tipos de cáncer que afectan los órganos, músculos, huesos y el tejido conjuntivo.

¿Qué tratamientos administran los oncólogos médicos?

Independientemente del tipo de cáncer que sea diagnosticado y de en qué etapa se encuentre, será indispensable recibir algunos de estos tratamientos:

Quimioterapia: Es una terapia empleada en el tratamiento del cáncer, esta consiste en usar diversos fármacos para destruir células cancerígenas con lo cual se puede controlar, reducir o eliminar completamente la enfermedad, dependiendo de cada caso. Estos actúan de tal manera que evitan que las células cancerosas crezcan y se dividan en más células, ya que suelen crecer y dividirse más rápido que las células normales. Este tratamiento tiene un mayor efecto en células cancerosas. No obstante, los fármacos utilizados son fuertes y pueden dañar a las células sanas, de ahí derivan los efectos secundarios. 

Inmunoterapia (terapia biológica): Es un tipo de tratamiento que se utiliza para estimular las defensas naturales del cuerpo con la finalidad de combatir el cáncer. Se emplean sustancias producidas por el cuerpo o bien, pueden ser fabricadas en un laboratorio para mejorar y restaurar la función del sistema inmunitario. El sistema inmunitario tiene como función, ayudar al cuerpo a combatir infecciones y otras enfermedades.

Terapia farmacológica dirigida: Este procedimiento, se aplica de forma selectiva sobre genes específicos del cáncer, proteínas o el entorno del tejido que ayuda al crecimiento y la sobrevivencia del cáncer. Actúa sobre los cambios que suscitan el crecimiento, la división y diseminación de las células cancerosas.

Tratamiento hormonal: También conocido como terapia endocrina. Se utiliza para agregar, bloquear o extraer hormonas, con la finalidad de hacer lento o detener el crecimiento del cáncer que usa hormonas para crecer. Este procedimiento se usa regularmente junto con otros tratamientos para el cáncer.

Cuando un especialista recomienda este tipo de tratamientos para atender el cáncer, puede ser por las siguientes finalidades:

Curación: Cuando existe la posibilidad de utilizarlos como un tratamiento con intención curativa para el cáncer, destruyendo las células cancerígenas y evitando que éste regrese.

Control de la enfermedad: Cuando no es posible curar el cáncer, se pueden recomendar para mantener la enfermedad bajo control, disminuir el tamaño del tumor y/o impedir el crecimiento. 

Paliación: Cuando el cáncer se encuentra en un estadio avanzado y se ha diseminado, es probable que no se pueda curar o controlar. En estos casos, se utilizan como un tratamiento paliativo, es decir, para aliviar los síntomas causados por el cáncer, mejorando la calidad de vida del paciente.

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Es importante tener conocimiento respecto a la radioterapia interna. Por ello, nos enfocaremos en explicar en qué consiste este tratamiento, cómo funciona y qué tipos existen.

¿Qué es?

También conocida como braquiterapia, es un tipo de tratamiento cuya fuente de radiación, ya sea líquida o sólida, se inserta en el cuerpo, específicamente en donde se encuentra ubicado el cáncer o en el tejido que lo rodea. Dependiendo del tipo de cáncer y del plan de tratamiento, se determina si el implante será temporal o permanente.

¿Cómo se aplica la radioterapia interna?

Se utiliza una fuente de radiación que por lo regular se encuentra sellada en un implante. Algunos tipos de implante pueden ser píldoras, semillas, agujas, cápsulas, globos o tubos con radiación. Antes de ser insertados, estos permanecen en depósitos que retienen la radiación en su interior de tal forma que no puedan afectar a otras personas. Posteriormente, se colocan en el cuerpo, dentro del tumor o cerca del mismo. De esta forma, la radiación afecta al menor número de células normales que sea posible.

Generalmente, se realizan estudios por imágenes durante el procedimiento para encontrar el lugar exacto donde se debe insertar el implante. Algunos de estos estudios son radiografías, ecografías o imágenes por resonancia magnética.   

¿Qué tipos de radioterapia interna hay?

Radioterapia de implantes permanentes: Este tipo de tratamiento consiste en insertar implantes pequeños, los cuales liberan la mayor parte de la radioterapia alrededor del área en la que se colocan, como puede ser directamente en el tumor, o bien, cerca de este. Cabe mencionar que estos implantes van perdiendo su radioactividad con el tiempo y las semillas inactivas permanecen en el cuerpo.

Braquiterapia de alta dosis: Este procedimiento consiste en brindar un tratamiento con una fuente radiactiva de alta potencia colocada en el aplicador por varios minutos, posteriormente se remueve después de 10 a 20 minutos. En este tipo de radioterapia, el material radiactivo no se deja en el cuerpo.

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La cirugía robótica, al ser el tipo de cirugía más segura, contar con estabilidad en el campo visual, además de otros beneficios, es una de las mejores opciones para combatir y atender el cáncer de próstata.

¿Qué es el cáncer de próstata?

Es un tipo de cáncer que se origina en la próstata (glándula que tienen los hombres, cuya función es producir el líquido seminal que nutre y transporta a los espermatozoides). Cuando las células de la próstata comienzan a crecer sin control, generan un crecimiento anormal de la glándula, formando un tumor.

Datos importantes:

• En México es la primera causa de muerte por cáncer en hombres.
• No presenta síntomas en etapas tempranas.
• Por lo regular, suele presentar un crecimiento lento y se limita inicialmente a la glándula prostática.
• Si se detecta cuando no se ha diseminado y se encuentra aún en la glándula prostática, tiene una mejor oportunidad de éxito en su tratamiento.

Factores de riesgo:

Edad: Después de los 45 años aumenta la posibilidad de desarrollar cáncer de próstata. 

Antecedentes familiares: Si hay algún hombre en la familia que tenga o haya tenido este tipo de cáncer, aumenta el riesgo de padecerlo.

Obesidad: Los hombres con problemas de sobrepeso tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad en un estadio avanzado.

Los síntomas que pueden indicar cáncer de próstata son:

• Dolor en la espalda, cadera o pelvis 
• Ganas repentinas de orinar
• Sangre en líquido seminal
• Flujo de orina débil
• Sangre en la orina
• Disfunción eréctil
• Ardor al orinar

También podría no presentarse ninguno de estos cambios en hombres con cáncer de próstata. Así como otro tipo de afecciones de la próstata no cancerosas, pueden producir síntomas similares a los antes mencionados, afecciones como la BPH o un aumento del tamaño de la próstata o consecuencia de una infección de la vejiga.

Tratamiento:

La mejor manera para atender el cáncer de próstata es a través de una prostatectomía, la cual implica extirpar la glándula prostática, parte del tejido cercano y nódulos linfáticos. 

El uso de robótica dentro de la cirugía para el cáncer de próstata es una de las mejores opciones, ya que además de ser segura y efectiva, combina la visualización 3D, proporcionando precisión quirúrgica y estabilidad en los instrumentos utilizados por el médico especialista. Además, mejora el tiempo de intervención, reduce la estancia hospitalaria, la tasa de mortalidad postoperatoria y proporciona exactitud de extirpación de la zona en la que se encuentran los tumores.

La importancia de revisiones periódicas y a tiempo, antes de siquiera experimentar algún síntoma, permiten un tratamiento más eficaz y de mejores resultados. 

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El cáncer de vejiga es uno de los tipos de cáncer más frecuentes, este suele presentarse más comúnmente en hombres que en mujeres. Por lo que es importante conocer los tipos de cáncer que hay y cómo se originan.

Información sobre el cáncer de vejiga

Se origina con mayor frecuencia en las células uroteliales, las cuales revisten el interior de la vejiga, el órgano muscular y hueco que almacena la orina y que está ubicado en la parte inferior del abdomen. Este tipo de cáncer suele aparecer normalmente en la vejiga, sin embargo, puede llegar a manifestarse en otras partes del sistema de drenaje de las vías urinarias.

Factores de riesgo:

• Irritación crónica del revestimiento de la vejiga
• Exposición a sustancias químicas
• Tratamientos oncológicos previos
• Exposición a la radiación 
• Infecciones parasitarias
• Edad avanzada
• Tabaquismo 

Tipos de cáncer de vejiga

Carcinoma urotelial: Es también conocido como carcinoma de células transicionales y es el tipo más común del cáncer de vejiga. Se origina en las células que recubren el interior de la vejiga. Este tipo de células se expanden cuando la vejiga está llena y se contraen cuando se vacía. Además, recubren el interior de los uréteres y la uretra, por lo que en esos lugares también es posible que se formen tumores.

Carcinoma epidermoide: Está relacionado con la irritación crónica de la vejiga, como puede ser una infección o uso prolongado de un catéter urinario. Este tipo de cáncer es poco frecuente y suele tener mayor incidencia en lugares en donde una causa común de las infecciones de la vejiga es una determinada infección por parásitos (esquistosomosis).

Adenocarcinoma: Es muy poco común, solo alrededor del 1% de los cánceres de vejiga son de este tipo. Se origina en las células que componen las glándulas secretoras de mucosidad en la vejiga. Además, se relaciona con condiciones vesicales irritativas crónicas, como pueden ser antecedentes de extrofia vesical, endometriosis y enterocistoplastía.

Grados del cáncer de vejiga

Los tumores de cáncer en la vejiga también son clasificados respecto al aspecto que tienen las células cancerosas cuando son exploradas a través de un microscopio. Estos pueden ser:

Tumor de vejiga de bajo grado: Está compuesto por células que tienen una apariencia y organización semejante a las células normales, es decir, están bien diferenciadas. A diferencia del tumor de alto grado, se presenta un crecimiento más lento y es menos probable que invada la pared muscular de la vejiga.

Tumor de vejiga de alto grado: Está compuesto por células que tienen una apariencia anormal y que no se asemejan para nada a las células normales, por lo que están mal diferenciadas. A diferencia del tumor de bajo grado, tiene un crecimiento más agresivo y es más probable que invada la pared muscular de la vejiga y se propague a otros tejidos u órganos.

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La radioterapia de haz externo es el tipo más común de radioterapia usada para el tratamiento del cáncer. Es importante conocer en qué consiste este tratamiento, cómo funciona y qué tipos existen.

¿Qué es?

Es un tipo de tratamiento local, es decir, que se aplica en una parte del cuerpo en específico. Se hace uso de una máquina para dirigir los rayos de alta potencia (o haces) desde fuera del cuerpo hacia el tumor. 

¿Cómo funciona?

Se aplica radiación a través de una máquina llamada acelerador lineal, la cual forma el haz de radiación mediante rayos X o fotones. De esta manera se ajusta el tamaño y la forma del haz por medio de un programa informático especial, esto permite que se dirija directamente la radiación al tumor y preservar el tejido sano cercano a las células cancerosas.

¿Qué tipos de haces se utilizan?

Los haces de radiación que se utilizan en este tipo de radioterapia provienen de tres tipos de partículas: 

Fotones: La mayoría de las máquinas de radioterapia utilizan estas partículas. Los haces de protones pueden llegar a los tumores profundos en el cuerpo, dispersando pequeños fragmentos de radiación cuando pasan por el cuerpo.

Protones: Son partículas con carga positiva. A diferencia de los fotones, estos no dispersan radiación en su trayectoria cuando pasan por el cuerpo. Suelen ser utilizados para reducir la cantidad de tejido normal que está expuesto a la radiación.

Electrones: Son partículas con carga negativa. Se utilizan para tumores en la piel o cerca de la superficie del cuerpo, ya que no pueden llegar muy lejos a través de los tejidos del cuerpo.

¿Qué tipos de radioterapia de haz externo existen?

Radioterapia conformacional tridimensional: Genera imágenes tridimensionales del cáncer por medio de una tomografía computarizada o imágenes por resonancia magnética, mismas que son utilizadas para aplicar la radioterapia con una mayor precisión.

Radioterapia de intensidad modulada (IMRT): Es un procedimiento de alta precisión que utiliza aceleradores lineales de rayos X, los cuales son controlados por una computadora para administrar dosis de radiación muy precisas a un tumor maligno o áreas específicas dentro del tumor. 

Terapia con haz de protones: Este procedimiento utiliza protones en lugar de rayos X, los cuales son dirigidos hacia el tumor y depositan una dosis precisa de radioterapia, reduciendo el daño a los tejidos sanos cercanos. 

Radiocirugía estereostática: Es un procedimiento no quirúrgico, que utiliza haces de radiación enfocados de manera precisa para tratar tumores. Asimismo, emplea imágenes tridimensionales para dirigir dosis altas de radiación al área afectada con un impacto mínimo en el tejido saludable que la rodea.

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