Author: mgandreu

Es importante tener conocimiento respecto a cómo la cirugía robótica es una excelente alternativa para poder atender el cáncer renal. Por ello, comprenderemos en el siguiente artículo en qué consiste este abordaje quirúrgico, cuáles son sus beneficios y, por supuesto, información relevante sobre este tipo de cáncer.

¿Qué síntomas presenta el cáncer renal?

Este padecimiento por lo regular no presenta signos en sus primeros estadios. Sin embargo, a medida que este avanza puede llegar a causar lo siguiente:

• Sangre en la orina (puede ser color rosa o rojo)
• Pérdida de apetito y peso 
• Cansancio
• Fiebre (intermitente)
• Dolor constante en la espalda o en los costados del cuerpo

¿Cuáles son los factores de riesgo?

Dentro de los principales factores que inciden en padecer este tipo de cáncer, se encuentran:

• Tabaquismo: Las personas que fuman corren un mayor riesgo de padecer cáncer de riñón que los no fumadores. 

• Obesidad: Las personas con sobrepeso son más propensas que aquellas cuyo peso se considera promedio.

• Tratamiento de insuficiencia renal: Las personas que reciben diálisis por un periodo largo para atender la insuficiencia renal crónica, corren más riesgo de tener este tipo de cáncer.

• Exposición a determinadas sustancias (cadmio y herbicidas específicos)

• Antecedentes familiares de cáncer renal

• Hipertensión (presión arterial alta)

• Edad avanzada

Diagnóstico 

Las pruebas y procedimientos más frecuentes para diagnosticar esta afección son:

• Análisis de sangre y orina: Este proporciona al médico indicios de la causa de los signos y síntomas.

• Pruebas de diagnóstico por imágenes: Permiten al médico una visión completa sobre un tumor o una anomalía en los riñones. Estas pueden ser a través de una ecografía, una exploración por tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (RM).

• Biopsia (extracción de una muestra de tejido renal): Se extrae una pequeña muestra de células de una parte del riñón. Esta se analiza en un laboratorio para posteriormente determinar si presenta signos de cáncer.

Tratamiento 

La cirugía es la mejor alternativa para atender el cáncer de riñón, pues su principal objetivo es extirpar el tumor y preservar la función renal de manera normal. Hay dos principales tipos de cirugía, las cuales son:

Nefrectomía radical (extracción del riñón afectado): En este abordaje quirúrgico se extrae todo el riñón, una parte de tejido sano y, algunas veces, tejidos circundantes adicionales (ganglios linfáticos) y la glándula suprarrenal. 

Nefrectomía parcial (extirpación del tumor del riñón): En este procedimiento quirúrgico el cirujano únicamente extirpa el tumor y una pequeña parte del tejido sano circundante. Este tipo de cirugía es más frecuente en personas que padecen cáncer renal en estadios iniciales; suele utilizarse más, ya que, a diferencia de una nefrectomía radical, se puede preservar la función renal y se reducen los riesgos de sufrir enfermedades renales o necesidad de diálisis.

La mejor manera para realizar una nefrectomía radical o parcial es a través de la cirugía robótica, ya que es un procedimiento quirúrgico de mínima invasión, que le permite al médico realizar procedimientos delicados y complejos con mayor control, flexibilidad y precisión.

Las principales ventajas de la cirugía robótica para el paciente son menos dolor, menor pérdida de sangre, incisiones pequeñas y cicatrices mínimas, menor riesgo de infección, una estadía hospitalaria más corta y una mejor recuperación.

En Robotic Surgery estamos para servirte.

El cáncer de próstata es uno de los tipos de cáncer más comunes en hombres. Por ello, es importante tener conocimiento sobre cómo se diagnostica y qué alternativas de tratamiento son las mejores para atender este padecimiento. 

Existen dos principales pruebas de detección de la próstata: 

• Tacto rectal: En esta prueba se inserta un dedo con guante lubricado en el recto para examinar la próstata del paciente, con la finalidad de identificar si existe alguna anormalidad respecto a la textura, forma o tamaño de la glándula.

• Análisis de antígeno prostático específico: Este consiste en extraer una muestra de sangre del paciente para poder identificar si la presencia de antígeno prostático (sustancia que produce la glándula prostática) es superior al nivel normal, de ser así, esto podría tratarse de una infección, inflamación, agrandamiento, o bien, cáncer de próstata.

Si en las pruebas de detección se presenta alguna anormalidad, se puede proceder a realizar exámenes adicionales para corroborar o descartar cáncer de próstata. Como son:

• Ecografía: Se introduce una pequeña sonda en el recto, misma que utiliza ondas sonoras para crear una imagen de la glándula prostática.

• Imágenes por resonancia magnética

• Biopsia de próstata: Se recolecta una muestra de tejido de la próstata, para posteriormente analizarla en un laboratorio e identificar si existen células cancerosas.

Para determinar la etapa en la que se encuentra el cáncer de próstata o si se ha diseminado, se pueden realizar alguna de las siguientes exploraciones por imágenes:

• Exploración con tomografía por emisión de positrones
• Exploración por tomografía computarizada
• Exploración ósea
• Ultrasonido

Tratamiento del cáncer de próstata

Las distintas alternativas para poder atender este padecimiento dependen de algunos factores como la rapidez con la que crece el cáncer, si se ha diseminado o no, y la salud en general del paciente. No obstante, es importante tomar en cuenta los efectos secundarios de cada tratamiento, así como también los beneficios que estos ofrecen.

¿Cuál es la mejor manera para operar el cáncer de próstata?

A través de una prostatectomía, la cual implica extirpar la glándula prostática, parte del tejido cercano y nódulos linfáticos. La mejor manera para realizar este procedimiento quirúrgico es mediante la utilización del robot Da Vinci, el cual proporciona al cirujano óptimos tiempos de rendimiento, mayor precisión, mayor destreza en realizar suturas en un menor tiempo, reduciendo así el margen de error.

Tratamientos no quirúrgicos para el cáncer de próstata

• Radioterapia: Utilización de rayos X de alta potencia para eliminar las células cancerosas.

• Terapia hormonal: Utilización de medicamentos para provocar que el cuerpo deje de producir testosterona.

• Congelamiento de tejido de la próstata: La utilización de ciclos de congelación y descongelación ayudan a destruir las células cancerosas, así como también parte del tejido sano circundante.

• Quimioterapia: Aplicación de medicamentos para destruir las células que crecen con rapidez, incluyendo las células cancerosas. Puede administrarse de manera inyectada u oral (píldoras).

• Terapia biológica: Se extraen células inmunitarias del paciente, se modifican en un laboratorio con ingeniería genética para combatir el cáncer de próstata, y posteriormente se le inyectan de nuevo al paciente. 

En Robotic Surgery estamos para servirte. 

La quimioterapia es sin duda una de las alternativas más frecuentes para las personas que padecen algún tipo de cáncer, por eso es importante conocer de qué manera funciona, así como los beneficios y riesgos que este tratamiento ocasiona.

¿Qué es la quimioterapia?

Es una terapia empleada en el tratamiento del cáncer, esta consiste en usar diversos fármacos para destruir células cancerígenas con lo cual se puede controlar, reducir o eliminar completamente la enfermedad, dependiendo de cada caso. Estos actúan de tal manera que evitan que las células cancerosas crezcan y se dividan en más células, ya que suelen crecer y dividirse más rápido que las células normales. Este tratamiento tiene un mayor efecto en células cancerosas. No obstante, los fármacos utilizados son fuertes y pueden dañar a las células sanas, de ahí derivan los efectos secundarios. 

Tipos de quimioterapia:

Después de la cirugía (quimioterapia adyuvante): la quimioterapia adyuvante se utiliza para tratar de eliminar las células cancerosas que puedan haber quedado o que se hayan propagado, pero que no pueden verse, ni siquiera en estudios por imágenes. La quimioterapia adyuvante puede reducir el riesgo de que regrese el cáncer.

Quimioterapia neoadyuvante: Se utiliza  para reducir el tamaño del tumor de modo que se pueda retirar mediante una cirugía menos extensa. Por tal motivo, la quimioterapia neoadyuvante se emplea a menudo para tratar los cánceres que son demasiado grandes como para ser extraídos mediante cirugía al momento que se  realiza el diagnóstico.

Quimioterapia de inducción o conversión: Es la quimioterapia para enfermedad avanzada que se utiliza antes de cualquier otro tipo de tratamiento local, con intención de reducir la cantidad de enfermedad o lograr convertir la enfermedad en operable, cuando inicialmente no lo era.

Radioquimioterapia concomitante: Suele utilizarse en conjunto con la radioterapia para aumentar los efectos de la radiación empleada y potenciarla.

Quimioterapia paliativa: Se administra en tumores que no se vayan a intervenir quirúrgicamente por existir metástasis a distancia y cuando la finalidad del tratamiento no sea curativa.

Duración de la quimioterapia

No existe un tiempo especifico para la administración del tratamiento, esto dependerá si el tratamiento es de tipo adyuvante, neoadyuvante o de carácter paliativo. En cada caso, su médico oncólogo le indicará el número de ciclos (número de aplicaciones) que se administrarán, la frecuencia de la aplicación y el tiempo entre una aplicación y otra.  

¿Cómo se administra la quimioterapia?

• Quimioterapia intravenosa: Se administran muchos fármacos a través de una inyección directamente en una vena.

• Quimioterapia oral: Puede ser un comprimido, una cápsula o tableta.

• Quimioterapia intraperitoneal: El medicamento se coloca directamente en el abdomen; se inyecta en la cavidad abdominal a través de un catéter (tubo delgado).

Efectos secundarios de la quimioterapia:

• Náuseas y vómito
• Diarrea y estreñimiento
• Alteraciones en la percepción de los alimentos
• Alteraciones de la médula ósea
• Alopecia (caída del cabello)
• Alteraciones en uñas y piel
• Efectos en la fertilidad
• Toxicidad dermatológica
• Toxicidad gastrointestinal
• Reacciones de hipersensibilidad
• Hipomagnesemia
• Toxicidad pulmonar
• Hipertensión y eventos cardiovasculares 
• Hemorragias
• Perforación (Intestino o estómago)
• Toxicidad cardiaca
• Hipotiroidismo

Los  efectos por la quimioterapia dependen del tipo de tratamiento que sea aplicado y varían de una persona a otra, no todas las personas tendrán los mismos efectos secundarios aunque cuenten con un diagnóstico similar. Por lo anterior, es indispensable una valoración por  parte del oncólogo médico, mismo que le explicará a detalle los efectos de su tratamiento y la manera de manejarlos.

En Robotic Surgery estamos para servirle.

Los tratamientos para el cáncer en personas de la tercera edad no solo dependen de la edad del paciente sino también del estilo de vida que llevan, hábitos alimenticios y afecciones médicas existentes.

Padecimientos médicos específicos

Los adultos mayores de 65 años son más vulnerables en padecer cierto tipo de afecciones graves como presión arterial alta, enfermedades cardíacas, enfermedades pulmonares, diabetes, insuficiencia renal y artritis.

Evaluación previa al tratamiento

Contar con la mayor cantidad de información posible acerca de la salud del paciente facilita al médico a asegurarse de ofrecer el mejor tratamiento disminuyendo los efectos secundarios.

• Examen físico completo: para controlar su estado de salud general.
• Estado funcional: saber qué tan bien puede un adulto mayor funcionar en forma independiente.
• Capacidad de pensar, razonar y recordar cosas.
• Examen de visión y audición.
• Medicamentos: conocer los medicamentos y suplementos que toma, ayuda a identificar cualquier posible interacción con el tratamiento contra el cáncer
• Hábitos de alimentación y peso.
• Control de vejiga e intestinos.

Objetivos del tratamiento contra el cáncer

Aunque el padecimiento de cáncer en adultos de la tercera edad es un tanto más complicado y desafiante debido a enfermedades coexistentes u otros factores que estos presentan, los tratamientos pueden ser bien tolerados, como en personas más jóvenes. Estos procedimientos tienen como objetivo controlar el cáncer y, en algunos casos, la erradicación del mismo; brindarle a la persona tiempo de vida, reducir molestias, mantener habilidades físicas y emocionales, así como mejorar la calidad de vida.

Decisiones respecto al tratamiento contra el cáncer

La determinación sobre un procedimiento contra esta afección debe ser realizada de la misma manera tanto en adultos mayores como en personas jóvenes.

Este tipo de decisiones deben estar basadas en:

• El tipo de cáncer y si se ha propagado o no.
• Las opciones de tratamiento disponibles.
• Los riesgos y beneficios de cada opción de tratamiento.
• La evaluación que hace la persona de sus objetivos de tratamiento y la tolerancia al riesgo (contemplando los efectos secundarios).
• El efecto del tratamiento respecto al bienestar físico, emocional y social del adulto mayor.
• Las limitaciones emocionales y sociales, lo que incluye el nivel de apoyo por parte del cuidador y el sentimiento de conexión o aislamiento social de las personas con cáncer que viven solas.

Alternativas de tratamientos contra el cáncer

Las opciones de tratamiento más frecuentes contra el cáncer son:

• Cirugía: Se aplica un procedimiento quirúrgico para eliminar el cáncer por completo, o bien, para erradicar la mayor cantidad posible de cáncer y de esta manera hacer más eficiente la radioterapia y quimioterapia.
• Radioterapia: Es el uso de rayos X u otras particulas con alta potencia para destruir las células cancerosas.

• Quimioterapia: Es el uso de fármacos para destruir las células cancerosas, actúa evitando que las células cancerosas crezcan y se dividan en más células. Como las células cancerosas suelen crecer y dividirse más rápido que las células normales, la quimioterapia tiene mayor efecto en las células cancerosas.

• Terapia dirigida: Se utilizan medicamentos que atacan las vulnerabilidades específicas dentro de las células cancerosas.

El tratamiento contra el cáncer es igual de efectivo en una persona de la tercera edad como en cualquier otra persona. Es importante romper paradigmas respecto a este padecimiento.

En Robotic Surgery estamos para servirle.

Existen distintos métodos para poder tratar el cáncer, uno de los más importantes y eficaces es la cirugía robótica, pues dentro de la cirugía moderna, esta técnica está sustituyendo procedimientos quirúrgicos de mínima invasión, como la laparoscopía.

¿Qué es la cirugía robótica?

Es un procedimiento quirúrgico de mínima invasión, que le permite al médico realizar procedimientos delicados y complejos con mayor control, flexibilidad y precisión.

¿Cuáles son las ventajas de la cirugía robótica?

• Micro – movimiento: Reduce al mínimo la pérdida sanguínea gracias a su zoom de 10x, su alta definición en imagen y la realización del procedimiento en tiempo real.

• Amplio rango de movimiento: El instrumental ofrece 7 grados de libertad y puede girar más de 360º, de esta manera aumenta el rango de movimiento.

• Alta definición: Detecta y filtra los temblores en los movimientos del cirujano, no duplicando el robot.

• Optimiza procesos: Ofrece óptimos tiempos de rendimiento, mayor precisión, mayor destreza en realizar suturas en un menor tiempo, reduciendo el margen de error.

Los beneficios perceptibles por el paciente de tratar este padecimiento con cirugía robótica son una recuperación más rápida, el paciente pierde menos sangre, las cicatrices son más pequeñas y es poco probable que existan infecciones después de la cirugía.

¿Cuándo se utiliza este procedimiento quirúrgico en oncología?

Cuando el tumor es sólido, exceptuando los linfomas y leucemia, se recomienda la cirugía robótica oncológica, pues ayuda a tratar muchos tipos de cáncer. Se aborda el tumor de una forma segura y precisa. Primero se localiza el tumor, después se extrae por completo y se mantiene una rigurosa supervisión al paciente, enfocándose en el tumor, proporcionando la mayor seguridad al paciente.

¿En qué tipos de cáncer se puede emplear la cirugía robótica?

• Cáncer de endometrio: Histerectomía radical.

• Cáncer gástrico: Gastrectomías totales y gastrectomías parciales.

• Cáncer de colon y recto: Colectomía, hemicolectomía derecha e izquierda, resección anterior baja y resección abdominoperineal.

• Cáncer cérvico-uterino: Histerectomía radical.

• Cáncer de próstata: Prostatectomía y prostatectomía con linfadenectomía.

• Cáncer de cabeza y cuello: Tiroidectomía, amigdalectomía radical, resección de tumores de base de lengua y laringectomias parciales supraglóticas.

• Cáncer de pulmón: Lobectomía.

• Cáncer de páncreas: Pancreatoduodenectomía (Whipple), pancreatectomía total, pancreatectomía parcial.

• Cáncer de riñón: Nefrectomía simple y parcial.

• Cáncer de vejiga: Cistectomía.

¿En qué otros padecimientos o afecciones se puede utilizar este tipo de cirugía?

• Colecistitis: Colecistectomia
• Reflujo: Funduplicatura
• Apendicitis: Apendicectomía
• Hernias: Hernioplastia Inguinal, Femoral, Ventral o Umbilical

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