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¿Cuáles son los síntomas del cáncer cervicouterino?

El cáncer cervicouterino ocupa el tercer lugar en causa de mortalidad de mujeres, su desarrollo es muy lento y se detecta realizando pruebas de Papanicolau o citología vaginal. En su etapa inicial, el cáncer cervicouterino no presenta síntomas. Empieza en las células escamosas o columnares del cuello uterino, presentándose como displasia, es decir, cuando las células de la superficie del cuello uterino (parte inferior del útero que desemboca en la parte superior de la vagina) sufren cambios anormales.

El Virus de Papiloma Humano es muy común, existen más de 200 tipos, y se contagia por contacto sexual. Algunos tipos de este virus pueden generar displasia cervical o cáncer de cuello cervicouterino. Al menos 12 tipos de Virus de Papiloma Humano, el 16 y 18, provocan cáncer. Son mejor conocidos como VPH de alto riesgo. Además del cáncer cervicouterino, este tipo de virus puede provocar cáncer de vulva, ano, pene, vagina, garganta y boca.

Fumar, el uso de medicamentos que inhiben el sistema inmunológico, ser portador de VIH o tuberculosis, empezar una vida sexual activa antes de los 18 años, así como tener un bebé a una edad muy joven o tener múltiples parejas sexuales, no aplicarse la vacuna contra el VPH, tener un sistema inmunológico debilitado o que la madre haya consumido dietilestilbestrol en los años 60, para prevenir el aborto espontáneo, aumenta el riesgo de adquirir VPH.

Pueden pasar algunos años antes de que se presenten los primeros síntomas del cáncer cervicouterino, que son: sangrado después de haber tenido una relación sexual, entre periodos que duran más de lo habitual y sangrados más abundantes, secreción vaginal con sangre, flujo vaginal pálido, marrón, con mal olor, de color rosado o, si se presenta dolor durante la relación sexual, dolor de espalda y pelvis, sobre todo, después de tener relaciones sexuales. Es importante mencionar que si se tienen estos síntomas, no es del todo seguro que sea cáncer, ya que pueden ser provocados por otra afección. Por eso se recomienda consultar al médico.

A la etapa en la que un médico determina si el cáncer se ha propagado, se le llama estadificación, con lo que podrán identificar el mejor tratamiento que debe llevar el paciente, en qué etapa se encuentra y qué tan grave es.

Este tipo de cáncer se puede diseminar a tejidos vecinos (vejiga, recto).

Se conoce como metástasis cuando el cáncer se ha propagado a otros órganos o ganglios linfáticos que se encuentran lejos del cuello uterino.

Cuando el cáncer cervicouterino ha avanzado los síntomas son más específicos, ya que empieza a doler la espalda; es más común presentar fractura o dolor de huesos, las piernas duelen, se pierde peso, se presenta dolor pélvico, hay inapetencia, se hincha una sola pierna y también hay incontinencia.

Para poder hacer el diagnóstico, se deben realizar exámenes físicos, pruebas de imagen, biopsias, cistoscopías, tomografías abdominopélvicas y colonoscopía.

Lo más recomendable para tratar el cáncer cervicouterino es la histerectomía radical, en donde se retira el útero y los tejidos que le rodean, incluyendo ganglios linfáticos y una parte de la vagina.

La radioterapia juega un papel importante en el tratamiento del cáncer cervicouterino en etapas localmente avanzadas y puede o no estar en combinación con quimioterapia en espera de mayor respuesta al tratamiento.

Es indispensable acudir con un médico para hacerse revisiones continuas.